Pues aquí está el truco:
Utiliza una botella con pulverizador, de las de medio litro será suficiente. Echa aproximadamente una medida de 2 dedos de amoniaco, otros dos dedos de alcohol de quemar, y llena hasta arriba de agua.
Pulveriza y dale con un trapo especial de cristales o incluso con papel de periódico.
Los resultados son espectaculares.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar aquí tus opiniones. ;)