3/6/13

ADIVINA CUÁNTO TE QUIERO

En la sección de cuentos, voy a empezar a hablaros de los cuentos que más me gustan para los peques, ya no sólo los clásicos que nos sabemos y que escuchábamos cuando nosotros éramos pequeños, si no de esos otros cuentos que llenan nuestra biblioteca particular en casa.

Hoy quiero hablaros de "Adivina cuánto te quiero"



Cuando hablamos de libros favoritos en los niños pequeños, nos referimos a aquellos libros que contienen historias e ilustraciones que quieren ser leídas y observadas una y otra vez. Libros cuya lectura no cansa, al contrario, que quiere ser oída noche tras noche; una lectura que calma, que abraza, que entrega amor. Y más aún, si ese libro se transforma en un objeto de adoración, que acompaña en los viajes, en los juegos y en los sueños, podemos hablar con total propiedad de que encontramos ante un libro favorito.
El cuento comienza con una liebre pequeñita que le pregunta a su padre si sabe cuánto lo quiere: "Adivina cuánto te quiero". Es esta sencilla invitación la que da paso a un cuento lleno de ternura y con una cuota de humor, que además atraviesa la frontera del libro a la experiencia personal de quienes lo leen. Sin ir más lejos, este libro insta a los niños a:
  • expresar sus emociones
  • compartir afectos
  • conocerse y quererse (desarrollo de la autoestima)
Si pudiésemos medir los afectos...
La libre pequeña abre los brazos orgullosa y dice "te quiero todo esto", la cantidad de amor que "cabe" entre sus brazos extendidos. El padre repite la operación y, como sus brazos son más largos, la pequeña liebre ve que su padre lo quiere más. Entonces comienza a demostrar todo lo que sabe hacer, usando su cuerpo y sus habilidades físicas, para lograr lo que quiere: mostrarle a papá que él lo quiere más. Te quiero desde el suelo hasta aquí arriba, te quiero tan alto como lo que soy capaz de saltar, te quiero hasta donde mi vista me permite ver… pero el padre, físicamente más grande, siempre logra quererlo un poquito más.
En esta parte el libro ofrece la posibilidad de varios juegos con los pequeños que, además, los ayudarán a desarrollar algunas capacidades:
  • adivinanzas
  • comparaciones
  • acumulación de acciones
Un cuento para antes de dormir
Al final del libro, la pequeña liebre ya está cansada y comienza a quedarse dormida. Sin embargo, el juego aún no termina pues, sabiéndose derrotada, da una última pelea: "Te quiero hasta la luna". El padre, amoroso, le dice que eso es muy muy lejos y calma así al pequeño que, convenido de su victoria, se entrega en su sueño profundo acompañado del cariño y los besos de papá, quien, en un guiño final, le susurra con una sonrisa "yo te quiero hasta la luna, de ida y vuelta".
La cuota de humor de la liebre padre al final de la historia deja un final abierto, pues un lector intrigado con el cuento pudiese querer seguir en la competencia de amor. Y así el relato de las dos liebres atravesaría hasta el relato de amor que viven quienes están leyendo el libro. Son los libros favoritos los que continúan su historia una vez que se cierran las páginas… son los que después del "colorín colorado..." se mantienen en el recuerdo y en la vivencia que ha tenido el niño durante la lectura. Y Adivina cuánto te quiero es uno de ellos.
Datos del libro
Escrito por Sam McBratney, con acuarelas de Anita Jeram
Traducido al español por Esther Rubio y Teresa Mlawer
Publicado por Kokinos. Isbn: 9788488342157

1/6/13

¿DÓNDE ESTÁ EL OTRO CALCETÍN?

En casa por arte de magia desaparecen los calcetines. En la mía creo que la lavadora se los come porque al final del año siempre tengo unos diez calcetines desparejados. Calcetines que NUNCA han salido de casa, así que no sabemos el porqué faltan.


¿Dónde van los calcetines perdidos?

¿Acaso no pueden los pares de calcetines estar juntos en la misma colada?

Os dejo algunos trucos que estoy empezando a hacer y que me están sirviendo:

- Utiliza una bolsa aparte y única solo para los calcetines. Desde que lo hago no tengo que buscar en la ropa sucia para encontrar los pares sueltos. Tengo una bolsita solo de calcetines

- Une los calcetines iguales. Antes de poner los calcetines en la lavadora, une los pares con una goma o similar y lávalos siempre todos dentro de una bolsita para ropa delicada. Si usas secadora lo mismo, no los saques de la bolsa.

- Compra diferentes tipos de calcetín para cada niño. Será más fácil saber a quién pertenecen los calcetines si cada niño tiene un color/tipo diferente. Así que en casa Alejandra los tiene de colores más cálidos y estampados (más de niña) y Santi de números y colores más básicos.

- Marcar los calcetines. Marca con puntos rojos cosidos para saber de quién son cada par de calcetines. Los de colegio que son iguales los de Alejandra son con 2 puntos porque son un pelín más grandes y los de Santi con uno. De un vistazo se a quien pertenecen.

- Cesta para calcetines sueltos. Deja en un cesto todos los calcetines sueltos. Siempre hay la suerte que de vez en cuando aparece la pareja y podrás encontrar la otra parte fácilmente.

- Doblar y guardar Cuando estén secos, dóblalos como lo hacían nuestras madres, es una forma de guardarlos ordenados y será muy fácil para que los niños aprendan a ponérselos solos. Con el calcetín estirado coge del talón y dales la vuelta. Cuando hayas hecho lo mismo con los dos del mismo par los unes dándoles la vuelta y haciendo como una pelota.

- Para los maridos compra siempre el mismo tipo de calcetín de los colores que suela usar, así si se rompe uno o se pierde siempre lo puedes complementar con otra pareja.

¿Qué os parecen mis consejos?

Fuente: MeLoHaDichoMargarita