El pescado después de congelar y descongelar, deja de estar tan jugoso y sabroso como cuando es fresco.
Para que esto no pase, y consigas que tus niños coman pescado sin rechistar, pon en práctica el truco de hoy...
A la hora de descongelar el pescado, sácalo la noche de antes a la nevera y dejalo en un bol con leche.
Ya puedes prepararlo como quieras, a la plancha, rebozado, al horno... ¡¡ya verás qué cambio!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por dejar aquí tus opiniones. ;)